12 de junio se conmemora el Día Mundial contra el Trabajo Infantil

Las leyes guatemaltecas protegen a la niñez y adolescencia, por lo que se determinó su protección a través del derecho a crecer en un ambiente libre de violencia que no empañe su futuro, en el cual la salud, la educación y la protección juegan un papel preponderante en el desarrollo de su vida.

Para ello, las sociedades en el mundo deben comprometerse e involucrarse no solo en ampliar las oportunidades de las y los menores durante su crecimiento sino plantear acciones que aboguen por la prevención y la erradicación del trabajo infantil.

En esa línea, la Organización Internacional del Trabajo (OIT), decidió el 12 de junio del 2022, conmemorar el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, con la finalidad de generar conciencia acerca de la magnitud del fenómeno y sumar esfuerzos para suprimirlo.

Este año, la OIT realiza un llamamiento para que los países inviertan más en los sistemas y en los planes de seguridad social, con el propósito de establecer pisos de protección sólidos para las y los infantes.

Para el ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS), es motivo de reflexión la conmemoración de este día en el cual se busca terminar con esa clase de obstáculos que impiden que la población infantil crezca sin el yugo de la explotación laboral entre otras situaciones.

El MSPAS, entre sus diversas estrategias cuenta con los programas de la salud integral de la niñez, adolescencia y juventud, por medio de los cuales se crean herramientas técnico-normativas, para la prevención y promoción de la salubridad.. En palabras de Isabel Amézquita, técnica normativa del Programa de Adolescencia y Juventud de la cartera de Salud, celebrar ese día es humanizar a las poblaciones de que el trabajo infantil es aquella actividad económica que perjudica, abusa y explota a las y los infantes

Agrega que laborar a temprana edad evita el goce de sus principales derechos como la educación, el recreo y, principalmente, su salud, pues mengua su desarrollo tanto físico como sicológico y social, además de su futuro y hasta su propia vida.

En lo físico, el trabajo infantil puede ocasionar heridas, golpes, quemadas, quebraduras de huesos, malformaciones musculares y óseas, problemas respiratorios y hasta la muerte. En lo sicológico afecta con trastornos de ansiedad, estrés, falta de sueño, angustia entre otros.   Y en lo social, se les priva de construir una buena relación con sus padres, abandonan sus estudios tempranamente y, en casos más graves, son expuestos a situaciones de violencia sexual y acoso.

Como programa damos los siguientes consejos para prevenir el trabajo infantil y adolescente: evitar la deserción escolar, acudir a la red integrada de servicios de salud, realizar actividades deportivas, recreativas, creativas y artísticas. Así como promover en las familias y en las comunidades el deterioro en la salud a consecuencia de esa labor. Las y los niños y las y los adolescentes son tarea y responsabilidad de todos, puntualizó la profesional de la salud.

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