Por aumento de casos de dengue en niños pediatras del Roosevelt llaman a la prevención
El dengue sigue siendo una amenaza latente para la niñez guatemalteca. En los últimos meses, el incremento de casos ha puesto en alerta a nuestro sistema de salud. En el Hospital Roosevelt, la situación es preocupante: su emergencia pediátrica recibe entre 8 y 10 pacientes diariamente con dengue grave o con signos de alarma.
El Dr. Ricardo Menéndez, jefe de la emergencia de pediatría del hospital, detalla que la situación es alarmante: "llevamos más de 1,000 casos, entre positivos con pruebas y aquellos que son sugestivos de dengue. Las consultas han llegado tarde, y en muchos casos los niños ya presentan hemorragias activas", lamenta el especialista.
Ante este panorama, el sistema de salud ha implementado un protocolo especializado que busca reducir las complicaciones en los niños afectados. Sin embargo, la lucha contra el dengue no se gana solo en los hospitales, sino también en los hogares con medidas preventivas para evitar la proliferación del mosquito transmisor, el Aedes aegypti.
Menéndez subraya la importancia de no saturar las emergencias hospitalarias si el dengue no presenta signos de alarma o gravedad. "Si un niño presenta fiebre, temperatura baja, dolor abdominal, vómitos o sangrado por la nariz, es recomendable acudir a un centro de salud donde se tienen los protocolos necesarios para manejar el caso desde casa, o evaluar si debe ser referido a un hospital", explica.
En casos donde se observe dengue grave, como sangrado persistente o signos de shock, se debe acudir de inmediato al hospital.
Aunque el Ministerio de Salud se mantiene comprometido a brindar atención digna a todos los pacientes, el éxito en la lucha contra el dengue radica en la prevención en el hogar. Algunas medidas clave incluyen:
• Eliminar cualquier recipiente donde pueda acumularse agua, ya que son criaderos potenciales de mosquitos.
• Mantener bien tapados los recipientes de agua.
• Utilizar mosquiteros y repelentes.
• Cambiar constantemente el agua de floreros y bebederos de animales.
El dengue es una enfermedad prevenible. Es vital que como sociedad trabajemos juntos, cuidemos nuestros hogares y estemos atentos a los primeros signos de la enfermedad. Prevenir el dengue es proteger a nuestros niños.
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