Crecimiento acelerado de la demanda de energía eléctrica un desafío para el futuro
Central American Business Intelligence (CABI) presentó, los principales hallazgos del estudio “Desafíos y Oportunidades en el Abastecimiento del Sector Eléctrico en Guatemala” que analiza desde una perspectiva técnica y económica la situación actual del mercado eléctrico del país, concluyendo que la oferta y la demanda se mantiene equiparada e, incluso, con déficits de oferta de hasta 200GWh en períodos específicos del año, lo que presenta retos importante a futuro.
Para propiciar una discusión técnica sobre las acciones y políticas que pueden impulsarse para enfrentar dichos desafíos dentro de los mecanismos que el actual marco jurídico establece, CABI facilitó un conversatorio con la participación de Carmen Urízar, ex Ministra de Enería y Minas y Directora del EIA Center; José Andrés Ardón, Director Ejecutivo del Instituto de Competitividad Económica; y Mario García Lara, Director Ejecutivo de Fundación 2020 y Socio Director de COPADES. “Como institución de análisis económico, nuestro objetivo con este estudio es promover conversaciones técnicas que permitan desarrollar soluciones de mercado ante un actual déficit del 1.9% para cubrir la demanda de energía eléctrica del país. Si deseamos respaldar el fuerte crecimiento poblacional, la transición urbana y el potencial crecimiento económico, debemos crear condiciones adecuadas para atraer inversión en el sector eléctrico”, señaló Paulo de León, Director de Inteligencia Económica y Financiera de CABI. Según la investigación de CABI, gracias a la estabilidad y respeto al modelo de mercado que estableció la Ley General de Electricidad, entre los años 2008 y 2022 se registraran hasta US$2,721 millones en inversiones extranjeras en el sector eléctrico, particularmente entre los años 2014 y 2017. Estas inversiones permitieron la diversificación de la matriz energética y el fortalecimiento de la infraestructura de transmisión eléctrica, lo que permitió una mejor eficiencia económica, a favor del usuario final. De hecho, el precio spot de la energía eléctrica mantuvo una sostenida tendencia a la baja del año 2010 al 2020, llegando a alcanzar un récord mínimo de US$27.07 por MWh en el año 2020.
Sin embargo, en los últimos años, la generación de energía eléctrica se ha mantenido estancada, creciendo tan solo 1.5%, mientras que la demanda ha crecido al doble de velocidad (3.4%). Esto ha implicado la necesidad de incrementar las importaciones de energía eléctrica para poder cubrir la demanda nacional. De acuerdo al estudio, las importaciones ascendieron hasta los 1,480GWh, equivalentes a US$130 millones, en el 2022, siendo el primer año desde 2012 en que el país importó más energía eléctrica de lo que exportó. Esto también ha impactado el precio spot de energía eléctrica que, en mayo de 2022, alcanzó el nivel más alto en 10 años, de US$156 por MWh. El estudio remarca, además, que esta situación ya ha propiciado que Guatemala, un país que había registrado exportaciones de energía eléctrica por hasta 2,500GWh en el año 2018, disminuyera para el año 2022 sus exportaciones a 1,000GWh. Según el estudio, todos estos datos no solo reflejan el impacto del estancamiento en la generación sino la necesidad de mantener la complementariedad en las fuentes de generación para asegurar la eficiencia y competitividad en el precio de la energía eléctrica a lo largo del año, ya que el precio tiende a subir en los meses cuando hay menos generación por fuentes hídricas y de biomasa debido a la reducción en la disponibilidad y oferta de energía. La complementariedad en la matriz energética permite al país disponer de generación base para asegurar, no solo la estabilidad en los precios sino también el abastecimiento de energía. Debido a que el país puede enfrentar en los siguientes años una situación en la que la demanda exceda fuertemente la oferta nacional de energía eléctrica, el estudio concluyó que, privilegiando soluciones de mercado, Guatemala requiere tomar acciones para expandir la generación complementaria y, así, poder cubrir esa demanda creciente y retomar el liderazgo regional en el sector. “Invitamos a sumarse a discusiones y análisis técnicos que permitan impulsar esas acciones y políticas, a fin que el país cuente con la suficiente energía eléctrica para respaldar e impulsar el crecimiento económico que requerimos”, apuntó Paulo de León, Director de Inteligencia Económica y Financiera de CABI.
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