Fieles católicos celebran el Día del Cristo Negro de Esquipulas
Este día miles de peregrinos llegan de toda Centroamericana y México a la Basílica de Esquipulas, para venerar la imagen del Cristo Negro de Esquipulas. Está peregrinación inició con la primera romería que hizo la imagen del Cristo Negro en el año de 1,595, cuando después que fue terminada la escultura por el portugués Quirio Cataño, fue traslada al santuario donde ha permanecido más de 400 años y según cuentan los creyentes, la imagen venía haciendo milagros en todas las aldeas en donde descansaba y desde esa época, los creyentes llegan en motocicleta, caballos, caminando y otros hasta recorren distancias significativas en rodillas. 259 años han pasado desde el traslado de la imagen desde la parroquia Santiago de los Caballeros en esa localidad, hacia la Basílica, donde actualmente permanece hoy.
Las romerías más famosas son “La Caravana del Zorro”, la cual en el año 2011 el Gobierno de Guatemala la declaró como Patrimonio Cultural Intangible de la Nación y reúne a más 30 mil motoristas. La otra es “La cabalgata del Tío Tin”, que tiene alrededor de 115 años de visitar Esquipulas, y vienen de Asunción Mita, Jutiapa, de donde es originaria. Más de 100 jinetes llegan al El Mirador en la entrada principal de la ciudad. Este año la cabalgata contó con la participación del alcalde de ese departamento, Carlos José Lapola.
Según autoridades del municipio de Esquipulas, 1 millón 300 mil fieles llegan al año a venerar al Señor de Esquipulas, pero la época de mayor afluencia es de noviembre a enero. Según el Instituto Guatemalteco de Turismo (Inguat), calcula que a desde ayer domingo y hoy lleguen al menos 100 mil visitantes.
Los creyentes hacen largas filas desde el ayer para llegar hasta el Camarín donde esta “La Milagrosa Imagen del Señor Esquipulas” como es conocido también, muchas personas llegan a hacer hasta seis horas para llegar y estar frente al Cristo Negro y hacerle peticiones para que les conceda, salud, protección para la familia y sabiduría para emprender algo.
Es inevitable que los fieles regresen de a sus casas sin llevarse como recuerdo, las famosas canastas de dulces típicos, artículos religiosos, sombreros, gusanos, bendecir alguna pertenencia y traer adornados sus vehículos.
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