Liberan guacamayas en parque Nacional Laguna del Tigre en Petén
Con el propósito de proteger la especie, se liberaron 20 guacamayas rojas (Ara macao cyanoptera) en Laguna del Tigre, en Petén. El rescate de la guacamaya roja en la Reserva de la Biosfera Maya: se considera un esfuerzo conjunto para la conservación de una especie icónica.
Entre agosto y septiembre de este año, se han liberado 20 pichones de guacamaya roja (Ara macao cyanoptera), en dos grupos de 10 cada uno, estos fueron criados en un laboratorio ubicado en el Parque Nacional Laguna del Tigre, como parte del Programa de Incubación Artificial, en otras ocasiones se han bajado de los nidos pichones enfermos y de bajo peso, a quienes se les ha atendido hasta su liberación, a excepción de este año. Todas tienen anillos con registro y microchip (PIT-tag). Las aves liberadas en su mayoría nacieron en marzo de este año, luego de la época reproductiva que ocurre desde enero a septiembre de cada año en nidos naturales y artificiales donde son monitoreados los pichones.
Rony García, el biólogo que dirige el Departamento de Investigaciones Biológicas de WCS Guatemala desde el 2002, trabaja junto al Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP) y organizaciones privadas para la conservación de la especie, asegura qué: “la guacamaya roja (Ara macao cyanoptera) es uno de los psitácidos más amenazados en el país, por el robo de sus pichones para el mercado negro de mascotas y la pérdida de su hábitat, propiciada por incendios forestales para la expansión de la ganadería y asentamientos humanos los cuales corresponden a actividades ilegales en áreas protegidas, por lo que cada pichón extra que agregamos a la población es una oportunidad para que la población de guacamaya roja en el país permanezca”.
Por otro lado, Gabriela Ponce, directora del Programa de WCS Guatemala, considera que: “es importante aumentar las inversiones y seguir trabajando en conjunto con el CONAP ya que el Parque Nacional Laguna del Tigre está sumamente amenazado, y que este pueda persistir en el tiempo, ya que sin duda el parque es un tesoro que tiene el país”.
En la región oeste de la Reserva de la Biosfera Maya -RBM-, se encuentran los hábitats de anidación y alimentación más importantes para esta especie en Guatemala. El Parque Nacional Laguna del Tigre y las Concesiones Forestales Comunitarias adyacentes, son áreas vitales para la supervivencia de la guacamaya roja en el país. Por lo que, desde hace más de dos décadas WCS y CONAP han liderado esfuerzos para salvar a la población de guacamayas rojas de la RBM, implementando una estrategia integral que incluye:
Protección del hábitat y los nidos: Las vastas áreas del Parque Nacional Laguna del Tigre están constantemente amenazadas por la colonización y la pérdida de hábitat. Gracias a la colaboración entre el gobierno guatemalteco y sus socios como WCS, algunas comunidades locales y el apoyo de donantes como Grupo AJE entre otros, se han fortalecido los regímenes de protección en uno de los últimos refugios de anidación de las guacamayas en Guatemala. Estos avances comprometen a seguir trabajando para garantizar su permanencia.
Monitoreo del éxito reproductivo: Desde el año 2002, se ha monitoreado intensivamente el éxito de anidación de la guacamaya roja en el Parque Nacional Laguna del Tigre. Más de 20 años de seguimiento han permitido identificar y proteger sitios reproductivos clave. Para la temporada 2024, se han registrado 33 nidos activos y se monitorea el número de pichones que logran volar, calculando así el índice de éxito reproductivo.
Aumento de cavidades de anidación: Se ha incrementado la disponibilidad de sitios de anidación mediante la ampliación de cavidades naturales, la instalación de nidos artificiales a prueba de halcones y la prevención de infestaciones de abejas africanas, que compiten por las cavidades y pueden ser letales para los pichones.
Intervenciones innovadoras: Para acelerar la recuperación de la población silvestre, se han implementado técnicas novedosas como el rescate de huevos no incubados o pichones de bajo peso, criándolos a mano en el laboratorio de campo y luego reincorporándolos a la población silvestre mediante nidos adoptivos o liberaciones suaves/controladas. Este enfoque ha incrementado significativamente la tasa de éxito reproductivo de las guacamayas en los últimos años y ha ayudado a visibilizar los retos de conservación que enfrenta esta especie. El laboratorio de campo, una iniciativa sin precedentes en la región ha sido clave en estos esfuerzos.
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